Un desierto de indiferencia
La cuestión del Sáhara Occidental sigue sin estar en la agenda de los gobiernos españoles
La crisis de Ceuta ha reavivado las tensiones entre España y Marruecos, que ha reaccionado con furia a la hospitalización en Logroño del líder del Frente Polisario, Brahim Gali. Esto demuestra que la crisis del Sáhara está detrás de estas tensiones. Esta cuestión suele tener eco según el momento.
Aun así, siendo colonia española de iure, tal como reconoce la ONU, el interés político y mediático por este territorio en la metrópoli ni preocupa ni ocupa. El derecho de autodeterminación del Sáhara Occidental no es una cosa que se le haya ocurrido a Iglesias y su parroquia. De vez en cuando, el Ejecutivo de turno suele pronunciarse a favor de un referéndum en ese sentido. Además de Unidas Podemos, PSOE y PP, Ciudadanos y Vox han hecho el mismo pronunciamiento en sesiones parlamentarias. Incluso, "¡chorprecha!", Felipe VI.
El mismísimo Rey, en Nueva York, en el corazón de la ONU, dejó claro lo que este organismo dice: que el Sáhara tiene derecho a la libre determinación. Por tanto, no es una locura de Iglesias, sino una posición apoyada con unanimidad en España. Aun así, el buenismo con Marruecos continúa.
Es extraño que los gobiernos españoles tengan miedo de intimidar al marroquí, cuando este reina en un país que no tiene una fortaleza considerable, que digamos, a nivel internacional. Al fin y al cabo, Rabat depende en gran parte del dinero que recibe de la UE.
Está pendiente la aprobación de más de 1.500 millones de euros para Marruecos dentro del Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación de la UE (IVDI). Aparte de eso, el reino alahuita recibe respaldo económico para hacer frente a crisis humanitarias y prevención de conflictos. España se está planteando hacer con Alemania un frente común para frenar estas ayudas, si la tensión con Rabat aumenta. Sería una buena medida para bajarle los humos a Mohamed VI, ya que el maná que recibe del Viejo Continente está destinado, principalmente, a infraestructuras palaciegas.
Una mujer porta la bandera del Sáhara Occidental - Getty Images
A esa posibilidad de bloqueo a su régimen, hay que añadir que el respaldo que tiene de Estados Unidos no es tan incondicional. Acaso, ¿el gigante norteamericano se posicionaría a favor de Marruecos en perjuicio de España y Alemania, con las que también mantienen relaciones especiales? ¿Querría la Casa Blanca, y más con Biden al frente, meterse en un jardín contra miembros fundamentales de la Unión Europea y de la OTAN?
Si ocurriera de esa forma, supondría un tiro al pie para Washington, y, muy probablemente, China estrecharía relaciones con países como Argelia, enemiga de Marruecos. Además, África se ha convertido en uno de los sitios donde la presencia de Pekín es más latente. En Egipto, la construcción de su nueva capital está siendo llevada a cabo por empresas del gigante asiático.
Además, Biden es consciente de que dentro del Partido Demócrata hay cada vez más miembros a favor de la causa palestina, a la que él también se ha acercado. Y, recientemente, Israel ha reconocido el Sáhara Occidental como marroquí. Más que los lobbies de Rabat, presentes en tierras estadounidenses, al actual inquilino de la Casa Blanca le preocupa más lo que ocurre en Tierra Santa y no regalar aliados a China, como Argelia, donde el gobierno de Xi Jinping ha dirigido la construcción de un hospital contra la COVID.
Marruecos ha pedido a España una postura clara sobre el Sáhara Occidental, y esta debe ser la de insistir en la libre determinación de dicho territorio con bloqueo económico incluido al régimen opresor de Mohamed VI. A lo largo de muchos años, Madrid ha obviado a la ONU en la resolución del conflicto como responsable de la descolonización.
Ahora es el momento idóneo para considerar en mayúsculas a los saharauis, que a ojos del mundo son más invisibles que la escultura que ha vendido un artista italiano por 15.000 euros (esta noticia no es de El Mundo Today).
Estoy de acuerdo en todo contigo. Creo que España se tiene que plantar y “enseñarle los dientes” a Marruecos. La verdad es que nos interesa llevarnos bien con nuestros vecinos marroquíes, pero no a cualquier precio. Es más, considero que ellos tienen más que ganar o perder que nosotros.
ResponderEliminarEl Sahara Occidental se merece la autodeterminación e independencia total de Marruecos. Es lo que procede y lo que habría que intentar acelerar. Igual pienso de Palestina que se merece un territorio bien delimitado, su autodeterminación y la independencia absoluta de Israel.
Un tema pendiente y anacrónico es la devolución de Gibraltar a España y nosotros la devolución de Ceuta y Melilla a Marruecos. Creo que no tiene ningún sentido prolongar por mucho tiempo la situación actual. ¡Enhorabuena por el artículo!