Indepencentrismo

No podemos seguir pendientes de cómo congraciar o llevar la contraria al separatismo, sino que necesitamos una clara división de poderes y otras reformas en toda España 

Con una justicia politizada, donde el gobierno y oposición de turno cambian a jueces y a magistrados, es normal que cualquier indulto se realice desde el Poder Ejecutivo. Ante esto, el mundo mediático acepta sin rechistar esa idea. El debate se centra solo en si está bien aplicarlo o no a unos delincuentes en concreto.

En mi opinión, los independentistas indultados no tendrían que haber ido a la cárcel, ya que sus penas me parecen desproporcionadas. En su lugar, la inhabilitación de la política durante unos años y sanciones millonarias, como a Artur Mas. El mejor ejemplo es Junqueras, que había sido condenado a estar entre rejas 13 años, casi el mismo tiempo que el asesino conocido como "el rey del cachopo", sentenciado a 15. 

Ahora bien, considero que el problema de fondo es el hecho de que cualquier gobierno tenga la potestad de decidir el perdón de unos presos. No me vale el argumento de que otros países con democracias consolidadas hagan lo mismo. Mal de muchos, consuelo de tontos.

Además, las razones de utilidad pública de la administración Sánchez son vacuas en contenido para contentar a sus socios de gobierno. Se amparan en que los presos independentistas representan el sentimiento de gran parte de la población catalana y en que es necesaria la concordia. Incluso, da la sensación de que se les consagra como héroes desde Moncloa.

Ya es triste que una decisión judicial, convertida en política, se ampare en la idea de la "opinión pública", que para colmo es un concepto muy general. Y, al fin y al cabo, los independentistas de toda España son una gran minoría. Aunque representasen el 100% del país, tampoco me parece una razón de peso.

Suena escalofriante que cualquiera pueda ejercer de juez del destino de un preso, especialmente, por motivos sentimentales. Lo que diga el "pueblo" va a misa. En todo caso, Sánchez podría haberles indultado de manera discreta, ignorándolos como apestados, ya que lo que hicieron es muy grave, atentando contra el Estado de Derecho. Si el presidente quiere lanzar flores y/o rosas (por el símbolo de su partido) al independentismo, mejor que se evite exaltar a personas que han enturbiado la imagen de este movimiento y de Cataluña, sin ningún gesto de arrepentimiento.


                                                                     Pedro Sánchez y Pere Aragonès, en su última reunión - Europa Press

De todos modos, insisto, el Poder Judicial necesita un reset para que nadie lo controle a su antojo. Tantos años de compadreo en la Justicia han impedido que el "molt honorable" haya acabado en la cárcel. Lo que él hizo es mucho más grave que lo realizado por los presos del procés. No solo dejó corrupción económica tras de sí, sino también adoctrinamiento en la educación. En el plano político, González y Aznar, ahora más críticos que nunca con el nacionalismo, sabían de ello, pero no movieron ni un dedo.

Para resolver el problema catalán, llamado erróneamente "conflicto", hay que empezar por dejar de pensar que todo gira en torno al separatismo. No podemos estar constantemente pendientes de lo que les guste o no a sus líderes. A lo mejor, en el día de mañana, el número de independentistas en Cataluña no supera el 20%.

La clave está en afrontar los males endémicos de toda España, como la corrupción y el nepotismo, con una clara separación de poderes, además de apostar por una mayor presencia de la Unión Europea en todo el territorio nacional. Serían grandes propuestas tanto para la mesa de diálogo con la Generalitat como con el resto de instituciones autonómicas. Por desgracia, el colegueo sigue cegando a los partidos políticos; es la norma no escrita sagrada.

Juntarnos con Portugal para la creación de un nuevo estado llamado Iberia podría solucionar la cuestión territorial, ya que el catalanismo ha simpatizado históricamente con esa idea. Esta propuesta, acompañada por el objetivo principal de convertir la Unión Europea en una nueva república, sería un aliciente atractivo para olvidar cualquier rencilla identitaria.


Comentarios

  1. Efectivamente uno de los graves problemas que tenemos en España es que la justicia está muy politizada, los jueces y magistrados deben ser elegidos, exclusivamente, por el propio Poder Judicial. Por otro lado, no me parece mal que el Gobierno de turno, pueda ejercer el indulto a presos en casos muy excepcionales.
    Yo sí que considero que debían ir a la cárcel los independentistas, pero no por serlo, sino por desacatar las leyes y los mandatos judiciales. Coincido en que las penas fueron desproporcionadas.
    Pienso que en la actualidad es anacrónica la actitud separatista. Estamos inmersos en una profunda globalización, donde lo que impera es eliminar fronteras y los idependentistas en vez de unir quieren dividir. No tiene sentido, luchemos todos por una República de Europa, fuerte, libre y unida.
    ¡Enhorabuena por el artículo!

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