ONCE veces mejor

La inversión marca el abismo entre los resultados olímpicos y paralímpicos de España

Cada cuatro años (esta vez, cinco, por la pandemia), los Juegos Olímpicos y Paralímpicos se ofrecen como una oportunidad diplomática más. Las delegaciones participantes tratan de dar lo mejor de sí mismas, conscientes de sus expectativas, determinadas por factores demográficos, políticos y económicos. Cada una se conforma con los objetivos que cree que puede alcanzar.

En el caso de España, a mí modo de ver, nos hemos quedado lejos de situarnos en un puesto destacable, y al que podríamos llegar, en los Olímpicos. Barcelona 92 fue el renacimiento del deporte nacional, con una quinta posición impensable solo cuatro años antes. A partir de ahí, se veía mucho más fácil no bajar de las veinte primeras delegaciones. Sin embargo, entre las diez fuera de nuestras fronteras...

El equipo olímpico debería aspirar a estar en esos puestos, pero hasta el momento no lo ha vuelto a conseguir. Décimo terceros en Atlanta 96 y décimo cuartos en Pekín 2008 y Río 2016 son las mejores posiciones después de Barcelona 92. Por ello, Tokio invitaba al optimismo de escalar, al menos, al décimo segundo puesto. Aunque con las mismas medallas que hace cinco años, esta vez, nos hemos conformado con el vigésimo segundo.

Por su parte, la delegación paralímpica ha tenido bastante más éxito, con la cuarta posición en ediciones como Barcelona 92 y Sídney 2000, la quinta en Atlanta 96, la décima en Pekín 2008 y la décimo primera en el medallero histórico. En Tokio 2020, décimo quinta con nueve oros, que también está muy bien. ¿Por qué esa gran ventaja respecto al combinado olímpico?

El entusiasmo en la inversión es la clave, una perogrullada en toda regla. Ha brillado por su ausencia en el Plan ADO (Asociación de Deportes Olímpicos), que solo ha recibido 22 millones de euros en el periodo 2016-2020, la menor cantidad desde 1988. De hecho, Eurosport ha pagado 1.300 millones para cubrir Juegos de verano e invierno de 2018 a 2024 en todas sus plataformas de emisión.

El contraste cambia radicalmente en los Paralímpicos. La ONCE ha dedicado 60,5 millones de cupones a difundir dicho evento. El precio de cada uno de ellos era de 1,50. El dinero recaudado se ha destinado a los competidores y a sus preparadores. Una serie de once cupones repartido durante la celebración de estos Juegos, del 24 de agosto al 5 de septiembre. Es decir, cinco millones y medio cada día.

       
                                                                                  La paratriatleta Susana Rodríguez, reconocida por su labor contra la COVID-19


Para reforzar la Marca España, además de la tarea pendiente de apoyar con énfasis la ciencia y otras áreas del conocimiento, el deporte debería ser otra prioridad para la imagen nacional de cara al exterior. Porque esta actividad saludable abre oportunidades a muchas personas amordazadas por las dificultades de su contexto. Y, hasta el momento, fundaciones como la ONCE han tenido que apañárselas en lugares donde las administraciones públicas todavía están a años luz de aterrizar. 

Según un estudio internacional de once países, organizado por Deloitte en 2018, "España es el país que menos subvenciones del estado destina por habitante y el penúltimo en generación de recursos propios para el deporte". El análisis se realizó junto con Nueva Zelanda, Bélgica, Reino Unido, Dinamarca, Italia, Australia, Canadá, Países Bajos, Francia y Alemania, que en este orden se sitúan por encima en dicha cuestión.

La investigación, que compara los modelos deportivos de alto nivel de estos países en varios asuntos, sitúa, generalmente, a España en los últimos puestos. Y subraya la necesidad de sus instituciones de reducir la brecha entre el deporte aficionado y el federado. Un incremento de la ayuda estatal, más allá de la posible mejoría competitiva, conseguiría cerrar este y otros abismos sociales en materia de género, de economía, de condición física, etc. Necesitamos más implicación de nuestros gobernantes. Muchas asociaciones han hablado once veces menos y han actuado once veces más que ellos... como mínimo.








Comentarios

  1. Como opinaba en tu anterior artículo “Una carrera de fondo”, España debería invertir mucho más dinero en el deporte para conseguir una vida más saludable de sus ciudadanos. Como consecuencia de ello, seguro que obtendríamos mucha mejor posición en el medallero olímpico. La certeza de la regla “a más inversión, mejores resultados” lo has dejado claro en tu artículo, poniendo el ejemplo de la mayor inversión y mejores resultados de los JJ OO paralímpicos con el apoyo de la ONCE. Por cierto una institución “chapeau!” en todos los ámbitos que conozco.
    Según mi opinión la inversión debería ir dirigida en 3 ámbitos:
    • Creación y mejora de infraestructuras deportivas, para hacerlas agradables y deseables.
    • Creación de puestos de “ojeadores” y entrenadores nacionales, dependientes del INEF, que animaran a los alumnos de primaria y secundaria a realizar deporte especializado de competición, con un seguimiento adecuado.
    • Concesión de becas a los alumnos sobresalientes en cualquier disciplina deportiva, mientras siguen sus estudios.

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